EN SALAMANCA
Fallece un niño de 13 años de muerte súbita en la plaza de Burgos
Ismael G.G. se encontraba junto a su hermana de 8 años cuando se desplomó. Efectivos de Sacyl intentaron reanimarlo durante media hora sin éxito
 13:32
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A.T./ B.H. Un niño de 13 años, Ismael G.G., falleció en la tarde de este viernes en plena plaza de Burgos, en el barrio de Capuchinos, tras sufrir un proceso de muerte súbita y a pesar de haber sido reanimado en un primer instante por varios médicos que se encontraban en el lugar y, posteriormente, por los servicios sanitarios que acudieron al aviso.
El trágico suceso tuvo lugar en un banco cercano a la esquina que forman las calles Astorga y Los Valles Mineros, en el que el niño estaba sentado junto a su hermana pequeña, de tan sólo ocho años, hablando con otros niños y comiendo unas golosinas que había comprado en el quiosco sito en la plaza, a la que había acudido hacía poco tiempo. En ese momento, en torno a las 19:35 horas, el niño, que no había realizado deporte ni esfuerzos en los momentos previos, sufrió una parada cardiaca y se desplomó en el banco, instante en el que varios vecinos, médicos de profesión, acudieron a intentar reanimarle, sin éxito. Un cuarto de hora más tarde llegó la primera de las ambulancias al lugar, cuyos sanitarios tampoco pudieron reanimar al niño durante 20 minutos, que finalmente falleció mientras lo trasladaban al Hospital Clínico.
Según ha podido conocer este periódico, el pequeño sufría una cardiopatía grave desde su infancia, por la que incluso fue operado en el hospital de La Paz, centro de referencia para los niños salmantinos que presentan este tipo de procesos. Desde entonces no había tenido síntomas significativos de alarma hasta el año pasado, cuando parece ser que su problema se agravó de forma preocupante. Por este motivo se le volvió a derivar al hospital madrileño este mismo año, donde estaba pendiente de una consulta con el equipo de cirujanos del servicio de Cardiología Infantil, cita que según fuentes cercanas al chico se iba a desarrollar de forma inminente.
El trágico suceso tuvo lugar en un banco cercano a la esquina que forman las calles Astorga y Los Valles Mineros, en el que el niño estaba sentado junto a su hermana pequeña, de tan sólo ocho años, hablando con otros niños y comiendo unas golosinas que había comprado en el quiosco sito en la plaza, a la que había acudido hacía poco tiempo. En ese momento, en torno a las 19:35 horas, el niño, que no había realizado deporte ni esfuerzos en los momentos previos, sufrió una parada cardiaca y se desplomó en el banco, instante en el que varios vecinos, médicos de profesión, acudieron a intentar reanimarle, sin éxito. Un cuarto de hora más tarde llegó la primera de las ambulancias al lugar, cuyos sanitarios tampoco pudieron reanimar al niño durante 20 minutos, que finalmente falleció mientras lo trasladaban al Hospital Clínico.
Según ha podido conocer este periódico, el pequeño sufría una cardiopatía grave desde su infancia, por la que incluso fue operado en el hospital de La Paz, centro de referencia para los niños salmantinos que presentan este tipo de procesos. Desde entonces no había tenido síntomas significativos de alarma hasta el año pasado, cuando parece ser que su problema se agravó de forma preocupante. Por este motivo se le volvió a derivar al hospital madrileño este mismo año, donde estaba pendiente de una consulta con el equipo de cirujanos del servicio de Cardiología Infantil, cita que según fuentes cercanas al chico se iba a desarrollar de forma inminente.
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